Buena localización cerca de los cafés y restaurantes de San Antonio y a corta distancia del centro.
Como alojamiento es mediocre o malo. No hay recepción, solo una pequeña oficina con personal que parece no saber lo que tiene que hacer.
La habitación amplia, con salon y cocina abierta, pero nada cómoda (detalles como una sola mesita de noche o sin enchufes junto a la cama). Un ventanal y una ventana daban a una pared blanca a menos de un metro.
Limpieza regular o mala (las almohadas olían a humedad).
El desayuno, pobre, se sirve en la propia habitación ya que no hay comedor o bar.
En definitiva, una mala calidad-precio y un sitio poco confortable.