El entorno es precioso, paradisíaco, las playas espectaculares! El hotel en si está bien, las habitaciones y el baño algo anticuado, pero es un sitio para pasárselo en el mar/playa. El personal amable, aunque algo lento, sobretodo para el check-in/out. La comida al ser bufet muy repetitiva cada día, para 2/3 días bien, luego se hace aburrida. Dicen todo incluido pero las bebidas se cobran a parte.
En general repetiría, porque es un sitio precioso y super tranquilo, comparado con otros cayos de la isla.