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Precioso lugar para alojarte entre la naturaleza en Akchour.
El entorno del Ermitage es sin duda un paisaje admirable. Estar entre montañas, refrescarte en su rio, sus jardines y flores, le dan mucha vida al lugar.
Existen muchos rincones dedicados al relax como sus terrazas con asientos, hamacas y cojines tan modernos y decorados a consciencia para que te sientas totalmente relajado.
Pero lo más atractivo son sus cabañas de madera, decoradas de forma elegante y modernas, con un baño grande y una bienvenida de tés o café que te dejan en la misma habitación.
Realmente merece la pena quedarse y disfrutar del lugar, como mínimo un par de noches, algo que nos arrepentimos, pero que seguro que volveremos.
El personal es muy amable y atento desde la llegada. Sobre todo su recepcionista.
Para el acceso hay que dejar el vehículo en un parking (os indicarán cuál és en la misma crta) y llamarán al hotel para que vengan a recogerte.
La mejor manera de proteger este maravilloso lugar es aislarlo de los coches.
Aún y así, el hotel siempre muy atento para llevarte y recogerte al parking.
Respecto a la comida, nosotros solo degustamos el desayuno que estaba muy rico y era bastante completo.
Os aconsejamos realizar la ruta de las cascadas de Akchour, de duración aproximada de 4 horas ida y vuelta. Durante toda la ruta tienes a tu disposición muchos puestos para sentarte y tomar algo junto a las pequeñas cascadas de la zona.
Ruben
Viaje de 1 noche