Hotel bien ubicado, a dos cuadras de la central de trenes. Es un edificio muy viejo que se conecta con un edificio contiguo. Todos los pisos crujen, así que uno escucha el caminar en los pasillos siempre. Tiene elevador para 1 sola persona, y las escaleras son muy empinadas. Mi habitación era diminuta y con muebles viejos. La TV no servía. El baño era lo único remodelado. Ámsterdam es muy caro para hospedaje, este lugar terminó siendo económico pero no agradable. Si tuviera que volver a ir, definitivamente buscaría otra opción.