Es un lugar para relajarse y descansar. La habitación es muy linda, nos gusto mucho, al igual que el area de piscina. La amabilidad de todo el personal también es para destacar, están "a la orden" todo el dia. Tiene espacios comunes en planta baja y en primer piso my bien decorados y muy acogedores.
Acostarse en hamacas por la tarde y solo ver y escuchar el mar fue sumamente relajante.
El hotel no cuenta con ninguna actividad y el mar en esta zona es un poco violento. Es playa de surfistas pero el entorno es muy agradable. Si bien se puede meter al mar, yo no me anime por las olas fuertes. Lo único que hay para hacer es una pequeña caminata desde el hotel hasta la desembocadura del rio donde se une al mar, y ese es un lugar hermoso! Luego una caminata por la playa y nada mas.
La gastronomía del hotel muy buena y solo se puede comer del restaurante del hotel, no hay otras opciones en la zona. Definitivamente uno va a este hotel a quedarse en el hotel, no hay adonde ir. Esta a 1 hora de taxi de Santa Marta Aconsejo utilizar el taxi del hotel tanto para ir como para volver, es mucho mas barato que los taxis de la cuidad. El camino al hotel también es hermoso. Mucha naturaleza, mucha tranquilidad y nada para hacer. Un lugar encantador para el que le gusta la paz y el ruido del mar.