Todo bien, aunque es extraño pues el lugar era una iglesia en un lugar que me pareció un poco apartado, y aún tiene los señalamientos de iglesia!. Algo muy bueno son los alimentos que te deja el anfitrión para comer pues no hay nada cerca para comprar. Algo malo, en nuestro caso, fue que el wifi no funcionaba correctamente, aunque el dueño decía que si, pero la verdad es que algo anduvo mal