Hotel muy bien situado en frente del puerto, y con mucha variedad de restaurantes en los alrededores para ir andando. Buscabamos tranquilidad en otoño y la encontramos. Las chicas de recepción muy simpáticas y nos ayudaron con todo, la cama muy cómoda.
Se escucha bastante el ruido exterior y el de otras habitaciones. Para no ofrecer desayuno, ni parking y estando fuera de temporada un poco caro. Aparcamiento en los alrededores escaso, al final acabamos dejando el coche parking del puerto 13€/dia