La habitación estaba muy limpia, era cómoda, y el baño, aunque recogido, estaba muy bien. La ubicación es perfecta, aunque los ruidos de la calle hace que tengas que dormir con tapones, pero merece la pena porque en 10 minutos estás en Sagrada Familia o en el Paseo de Gracia sin usar transporte. El desayuno era bastante variado y suficiente para empezar bien la mañana. Si vuelvo a Barcelona, repetiré.