El servicio del hotel a la llegada fue pésimo, intentaron cobrarnos casi 1 millón de pesos más, alegando un supuesto IVA que debíamos, pero lo curioso es que solo lo cargaban a una habitación y no a la otra. Nos tocó pelear por este cargo incoherente y nos enteramos que no fuimos los primeros turistas a los que les hacían esto. Se nota la mala fe del hotel, al intentar estafar a sus huéspedes, destruyeron desde el inicio nuestra experiencia, lo cual es muy triste porque el hotel y las habitaciones son hermosas, pero por la forma que nos trató Viviana en recepción y Yessica por teléfono, insultando mi inteligencia y la de mis acompañantes, hace que no recomiende NUNCA este lugar.