El hotel está perfectamente ubicado. Vamos que si me pidiesen recomendación para alojarse en Budapest lo propondría sin duda. Es muy moderno, bien cuidado, muy limpio. La habitación doble que es la que utilizamos, es suficiente. No tiene armario, pero si un hueco con perchas donde colocar la ropa. El baño con una ducha estupenda. Lo que no me gustó fue la ropa de cama. Ponen edredones individuales para cada uno, quedando entre medias de la cama sin nada...y si metes este por los pies, te queda muy corto por arriba y por los lados pues te quedas casi al fresco. Vamos, para mí estar bien tapada por la noche es fundamental y en esta cama no me he sentido agusto. Además es 1 poco blanda de más. El personal normal, amable sin pretensiones. Pero visto lo visto en la gente de aquí en general, es lo máximo que puedes esperar 😂
Lo mejor la ubicación, con metro, bus y tranvía al lado. Tiendas, restaurantes, super céntrico. En nada estás en el Danubio con los cruceros en barco y el puente de las cadenas. Vistas desde el lado de Pest, para ver el Palacio e Iglesia de S. Matias. Maravilloso todo. Volvería a alojarme aquí sin duda, pero pediría un edredón más grande! ☺️