Me gustó la ubicación, en zona centro cerca de Fontana de Trevi y otros monumentos; destaco la limpieza, la habitación moderna, la cama extragrande, TV grande, pedí dos almohadas y las habían puesto; el personal muy agradable y atento.
No me gustó, que al ser sábado, cuando llegué sobre las nueve, tardaron muchísimo en abrir la puerta (pues es un hotel en un edificio compartido con otras oficinas), de forma que llegué a preocuparme que no abriesen, y algún día más también tardaban en abrir (supongo que por falta de personal).