Vista estupenda hacia Oia y el atardecer, comida deliciosa, habitaciones de ensueño, con la privacidad que queríamos, con jacuzzi tibio, se descansa de maravilla, en una zona animada. Nos ofrecieron todos los planes extras para hacer en la isla, sin embargo, reserva al menos un día entero para no salir del hotel y disfrutarlo. Panagiotis y los demás conforman un equipo muy amable. Volveríamos sin duda.