Lo único rescatable es el buen servicio y la amabilidad de todo el personal, pero los cuartos son muy, muy incómodos. No es un tema de tamaño, sino que no hay donde poner las cosas. En vez de escritorio hay una repisa pequeña y en vez de buros hay dos tablas como de 30x30 cm. No hay closet, hay una reja (literal, una reja) con 4 ganchos y nada más. Hay únicamente un solo bote de basura en el baño, y el diseño de la regadera es malísimo porque se moja todo el piso del baño ya que el cancel es muy corto. Los protectores de colchón parecen ser como de lona y al moverse siente uno que estuviera acostado sobre plástico. La puerta del cuarto pesa demasiado. Definitivamente no volveré a hospedarme en un hotel de esta cadena.