Está muy bien ubicado el hotel, tienes varias estaciones de metro muy cerca y demasiadas cosas turísticas quedan cerca para ir caminando. En general el personal es amable, únicamente a mi llegada una señorita en recepción no fue tan amable. Al estar en un piso tan alto muchas veces debíamos esperar un buen rato el elevador, pero también tuvimos la increíble ventaja de tener vista al empire state. Afuera del hotel hay un área pública con banquitas y se presta a que en todo momento, sobre todo en la noche hay homeless. Al salir me guardaron mis maletas todo el día sin problema alguno. El cuarto es pequeño pero además de ser lo normal en Nueva York, me parece que tiene lo suficiente, nosotros éramos 2 personas y llevábamos 2 maletas carryon, 1 maleta documentada y 1 mochila, y no pudimos acomodar perfecto. Todos los días nos hicieron la limpieza, nos cambiaban toallas y ponían un jabón de manos nuevo. Aunque la verdad la limpieza no es lo mejor, el día que llegamos use la regadera y logré ver algunos cabellos pegados en la pared.
El día que llegamos nos entregaron un cuarto que en el closet tenía ropa de hombre, nos comunicamos a recepción y nos solucionaron sin problema alguno, nos cambiaron a otra habitación.
Al llegar te entregan una galleta y una botella de agua por persona.
Me cobraron mi estadía y el depósito de la misma tarjeta sin preguntarme, yo quería pagar el depósito con una de crédito. Dejé el hotel hace 5 días y sigo en espera de recibir el reembolso del depósito