El hotel está bien localizado para estar cerca de las instituciones europeas, aunque la zona está bien comunicada con el centro. Muy conveniente que haya cerca una parada del autobús 12, que es el que lleva al aeropuerto. Las habitaciones son cómodas y están bien equipadas. Desgraciadamente, el precio no incluye el desayuno, que es excesivamente caro: 20 € por día. Sí es verdad que hay gran cantidad de dulces, frutas, yogurt, embutido, etc. Pero 20 € es excesivo. El servicio de Internet también es MUY caro: 60 € por 5 días, y con un solo equipo (uno no puede conectarse hoy con el ordenador y mañana con el teléfono, por ejemplo). El restaurante tiene un menú para la cena a un precio razonable (26 €) y de alta calidad, pero es cada día lo mismo y solo hay dos platos para elegir (dos primeros y dos segundos). No dispone de habitaciones para fumadores, pero en la planta baja hay una terraza muy agradable en la que se permite fumar. Personal atento y amable.