De entrada, una vez hecho el check in, nos quedamos esperando alrededor de 25 min en el pasillo con las maletas para poder entrar en la habitación dado que nos dieron una que no estaba aún lista para entrar. Una vez dentro la habitación está en bastante mal estado de conservación, cortinas quemadas, techos y paredes muy mal rematados, manchas como de quemaduras en la puerta de entrada, pica del baño con saltos de pintura..etc La cama de estilo francés, deja mucho que desear en cuanto a comodidad, el colchón se hunde y acabe aún más cansada al despertar. El desayuno buffet es un desastre de organización con las medidas COVID, te sirven ellos pero te dejan colgado a mitad y se van con otra cosa, es un caos y se crean unas colas de miedo para poder desayunar. La calidad de la comida deja bastante que desear viendo que los zumos son de polvos y no de fruta natural. Lo único aceptable es la ubicación, cerca del tranvía que lleva directamente al centro histórico, y el precio, pero me siento engañada dado que supuestamente es un 4 estrellas, pero en mi experiencia no pasa de 2.