El Hotel Mercure Fátima es excelente, todo a la perfección. La recepción, el restaurante, el bar, las habitaciones, la verdad que quedamos muy sorprendidos.
Llegando ya tenían todo listo para nuestra estancia.
Lo mejor de todo fue la atención recibida, todos muy amables desde que llegamos, atentos por atendernos y brindarnos un trato muy especial, nos hicieron sentir como en casa.