Un hotel cómodo, limpio, agradable, con habitaciones de tamaño regular, tranquilo, muy cerca de la gran plaza de la iglesia de San Mauricio, museo de bellas artes de Lille, con muchos restaurantes, cafés y bares en las inmediaciones al hotel, mini-market a menos de 100 metros, la estación del metro muy cerca y las avenidas y calles del comercio muy cerca. La ubicación es excelente, y el desayuno bastante bien.