El personal muy amable concretamente Francesco, habla bien Francés, inglés, italiano y Español, el muchacho muy atento y encantador.
El hotel está al lado de la estación de trenes y bus, y casi en el centro , es cierto que la zona es regular, no aconsejable salir de noche solos.
Las habitaciones de la primera planta son mejores que la de la quinta.
Las camas cómodas pero las placas de ducha algo pequeña.