Ha sido una estancia maravillosa en el Ulubey Konagi. El edificio es una villa histórica preciosa ubicada al lado de todos los lugares de visita , así como cafeterias, restaurantes y mercados.Tiene una vista espectacular sobre las llanuras de la antigua Mesopotamia y las habitaciones son preciosas. La habitación era muy grande, limpia, preciosamente decorada y con tres ventanales que daban a una terraza con vistas. El baño muy grande y con una ducha perfecta con presión de agua excelente. Todo super limpio y ciudado. El desayuno buffet con todo lo que uno puede pedir excelente también. La atención de parte de todo el personal de 10, la señora Emine, el Señor Mesut, el Señor Ittet y todo el personal de la cocina y de limpieza. Mardin es la ciudad más maravillosa que existe y la estancia en un hotel tan bonito solo la ha hecho aún más bonita.