Solo estuvimos una noche en este hotel, lo escogimos porque buscábamos algo a las afueras de Florencia y la relación calidad-precio nos parecía razonable por las fotos del hotel.
La primera sorpresa la llevamos al llegar a la habitación y ver el baño. El plato de ducha eran las propias baldosas del suelo, sin ningún tipo de barrera que detuviera el agua para no salirse, y pese a tener barra para cortina de ducha, el baño no tenía cortina de ducha. Se trataba de una habitación triple, y para poder usar el baño varias personas a la vez teniendo algo de intimidad, decidimos bajar a recepción para preguntar si disponían de cortina para colocarla o de otra habitación con cortina y nos dijeron que no, que eran todos los baños iguales, lo cual no es cierto, pues ahora a la vuelta a casa he visto fotos de otros huéspedes y veo que otras habitaciones tenían bañera y mampara. Otro detalle feo del baño es que pese a tener cajita para pañuelos de papel o tissues, ésta estaba vacía.
La segunda y última sorpresa fue el desayuno, nada que ver también con las fotos que facilita el hotel, muy básico y muy poca fruta natural. Nos hemos alojado en hoteles de menor categoría en Italia que tenían mayor variedad en el desayuno que este de cuatro estrellas.