Cuando ingresamos al hotel, nos atendieron sin gracia, poca información, nos pareció muy frió, sin calefacción, la estructura muy añeja, los ascensores muy antiguos también, la habitación fue cómoda, el baño en general des prolijo, se veían los caños, en la ducha las canillas estaban desgastadas y no salia agua caliente..En la piscina estaba sucia y turbia, había mucho cloro en el agua , la madera de sus alrededores estaba astillada y mucha suciedad. En los vestuarios también estaban sucios y muy fríos para la temperatura del invierno. Destaco la buena actitud y onda que tiene la señora que cuida a los niños en el área del rincón infantil. El rincón infantil estaba siempre muy ordenado, pero los juegos algunos ya están viejos, el pasto artificial de la cancha dañado y mucho frío en el lugar. El desayuno normal. El baño de la planta baja muy pequeño y con un olor muy desagradable a caño. En época de invierno no funciona el restaurante cómo tampoco muchas de las instalaciones. Tiene una buen ubicación y un supermercado con mucha variedad de cosas al lado del hotel.