La ubicación del hotel es muy práctica (en pleno centro de Montevideo, sobre la avenida principal). La habitación de tipo Superior es espaciosa y cómoda. El personal fue muy amable y servicial, pero tienen poco personal y no dan a basto (tuvimos un problema en la habitación cuando llegamos el viernes por la tarde y nadie pudo resolverlo hasta el sábado porque la persona de recepción no podía dejar su puesto de trabajo y no había nadie de mantenimiento). El desayuno estuvo bien, pero fue un poco decepcionante por la falta de variedad y porque se notaba que los bizcochos no eran de ese día (incluso en pandemia, nos hemos quedado en hoteles de menor calidad con una oferta mucho más amplia, apetitosa y fresca). En general, es un buen hotel pero no es un hotel de cuatro estrellas, como se publicita.