Es un B&B en el corazón de Florencia. A la vuelta de la esquina (literalmente) te encuentras el Duomo, por lo que tienes todos los destinos turísticos a no más de 15 min andando.
La única pega que le pongo, es que se encuentra en un edificio sin ascensor (que no te avisan). Es un tercero, más o menos, y con escalones altos. La subida con maletas es un reto, pero subirlas después de todo un día caminando, es agotador. Por lo que antes de salir por las mañanas, asegúrate de llevar todo lo que necesitas, para evitar tener que subir de nuevo.
En cuanto a la habitación, bastante espaciosa (escogimos una twin), algo fría por las noches, aunque con las mantas y el edredón, se dormía muy bien. El baño muy bien equipado, el único problema que la mampara de la ducha no se cerraba. Pero tenía calienta toallas e incluso bidé.