Muy buena infraestructura del lugar, las habitaciones muy cómodas con vista al mar y una linda terraza, la playa muy linda con camastros y sombrillas para los huéspedes, su frigobar muy completo, la playa me sorprendió que es muy segura, aun estando en Río de Janeiro.
Lo malo es que el personal no habla español, pidieron depósito bastante alto para el uso del frigobar, el cual se batalló para que lo llenarán de nuevo.
El servicio de limpieza en la habitación era malo, ya que no dejaban toallas limpias, ni jabón/shampoo en la habitación y era necesario pedirlo a recepción por lo cual se tardaba bastante en llegar (aprox 1 hora)