Es la segunda vez que voy y aunque las villas son espectaculares, ya se va notando un poco que algunos detalles van fallando: el aire no calentaba mucho, faltaba el botiquín del salón, el estropajo de la cocina, etc.
De todos modos, sitio super recomendable. El personal de recepción es de lo más amable, las casitas de ensueño, muy económicas, y admiten mascotas gratis, lo cual es de agradacer para los que nos gustan los animales. Volveremos.
Ojo a los vadenes de entrada al recinto: muy altos y una pesadilla para los coches. Deberían solucionarlo.