Lo único a destacar es su ubicación. La limpieza muy regular y el estado general de conservación pésimo (alfombras muy sucias y gastadas, muebles rotos, moho en azulejos del baño, paredes manchadas, etc). La atención del personal deja mucho que desear, no por falta de predisposición sino por falta de preparación. La insonorización es pésima, se oye todo lo que pasa tanto dentro como fuera del hotel. Y considerando la zona céntrica en la que se ubica, con un pub irlandés a sus puertas, edificios lindantes en construcción y otros tantos bares/sitios de comida justo debajo, dormir por las noches era una misión casi imposible. Una verdadera pena, ya que podría ser un 10 pero no llega ni a un 4.