El hotel en su totalidad y su personal es encantador! Habitaciones limpias, tranquilas, cómodas, frescas; nos asignaron una con vistas al mar, preciosa! El establecimiento y resto de áreas comunes muy limpio y con detalles bien cuidados, la ubicación es ideal y siempre hemos encontrado lugar para aparcar, el desayuno como a mi me gusta, lo justo y necesario pero de calidad!
El personal, a nivel humano y profesional les doy un 10! tan atentos, amables, predispuestos, nos hacían sentir, cada vez que entrabamos por esa puerta, que éramos bienvenidos! es algo a destacar porque realmente no sucede en todos los sitios, y se nota que estas personas tienen vocación por el servicio; a quienes hemos tratado directamente (personas de Recepción, Cafetería) y a quienes no hemos visto pero están ahí también (Lavandería, Limpieza, Mantenimiento, Cocina...) quiero transmitirles nuestro agradecimiento y felicitarlos a todos por el gran trabajo que desempeñan! el mundo del turismo no debe ser fácil y ahí estaban todos con su enorme sonrisa, atendiéndonos como si fuéramos únicos, y así nos hemos sentido! Volveremos porque el lugar y la isla es bellísima y volveremos al Meli Hotel sin dudas, no me atrevo a probar otro, no es necesario!!!