En general, experiencia agradable, pero con alguna sombra.
La habitación, de tamaño más reducido de lo que esperábamos, y con poco sitio para dejar casi nada. El cuarto de baño, también de tamaño muy reducido. Tenía de todo, pero, por ejemplo, para utilizar el bidé era necesario retirar el papel higiénico de su soporte.
En cuanto al servicio de habitaciones, uno de los días, al volver a la habitación después de unas cuantas horas fuera, nos encontramos la puerta entreabierta, y una llave maestra insertada en la llave de la luz. No tuvo consecuencias, pero...
No sería justo si no mencionase también la amabilidad de las personas que atendían el desayuno y, en general, de todo el personal con el que tuvimos ocasión de tratar.