Primero: Por comer en el restaurante Himitsu, me enfermé severamente que aun 48 horas después, sigo mal. Aunado a ese restaurante, exigen demasiado cuando no vale la pena, ya que el restaurante parece un sushi cualquiera en el centro comercial. Se veía sucio, la persona que me atendió de mala gana y cara, y los asistentes, no todos venían como supuestamente exigen o recomiendan. Hasta ridículos nos sentíamos porque estábamos sobre vestidos.
Segundo. Entiendo que los viajeros de Norte America vengan a Mexico en cualquier época de año como si fuera spring break, pero las bebidas en la alberca, entre que tienen pocos meseros para atender tantas personas, las bebidas mucha agua, mucho hielo mucho jarabe y cero alcoholes. No es buscaba emborracharme en la alberca, pero parece que servían el alcohol con un gotero.
Tercero. La comida del Oceana, fría, y rara y sin ingredientes correctos. Por ejemplo, la ensalada Cesar, como unas hojas de lechuga amarradas con un pepino y sin salsa de ensalada cesar, ni queso. El chef podrá ser lo que quiera y tener las certificaciones que quiera, pero lo que nos sirvió fue basura.
Cuarto: A la hora del carrito de golf para llevarnos al lobby para el check up, bueno, primero queriendo meter a fuerzas con todas las maletas, sin sugerir, dejo las maletas y regreso por ustedes, nosotros le tuvimos que decir eso. Después, a la hora de la salida, la misma persona no sabía donde había dejado nuestras maletas. O sea, cómo en 10 minutos no sabe lo hace.