Por desgracia, debido a los altos precios de Tel-Aviv y a la reducida dieta de mi empresa, tuve que alojarme en este hotel. Es muy básico y necesita una renovación en profundidad. Yo estuve en una habitación doble y tengo que reconocer que la cama era cómoda. Sin embargo, habiendo sitio, el armario era diminuto, así como la mesa (de hecho la mesa era tan pequeña que no podía trabajar con mi portátil en ella). El baño también necesita una renovación. El trato del personal fue bueno, aunque sólo se limitaba a entregar y recoger la llave, así como a proporcionar unas magdalenas y tener una máquina de café (ambas cosas por cortesía del hotel). Dentro de la renovación, también cambiaría la moqueta, que no da sensación de excesiva limpieza (es una sensación sólo, en realidad estaba limpia). Hay un bar en la planta baja que abre hasta tarde, pero personalmente no tuve ningún problema con él.