No me gustaron varias cosas, en principio, teníamos reservada una habitación con dos camas, y nos dieron una con cama doble, pero después nos la cambiaron; por otro lado, el aire acondicionado se paraba a las 3 horas aprox. de haberlo encendido, y no podíamos programarlo de otra forma, puesto que los botones para ello los tenían tapados para que los clientes no los tocasen; y además, solicitamos si era posible una habitación con ducha, y nos dieron una con bañera, por cierto muy alta, en la que costaba bastante entrar y salir, por lo que no estaba precisamente preparada para personas mayores. Por lo demás todo bien, el desayuno y la cena estaban bastante bien, el personal amable, la cama muy cómoda, la zona muy bien comunicada... El hotel está junto a las vías del tren, pero la verdad es que no se oye nada.