La estancia ha sido espectacular, el hotel es un lujo. Tiene todo tipo de detalles que hacen que nada más entrar por la puerta te de un suspiro de paz y tranquilidad. Las chicas de recepción son un encanto, amables, atentas y hablan muy suave y son un encanto. Las habitaciones son bastante amplias, muy modernas, con todo tiempo de utensilios para poder utilizar en el momento preciso, así como peine, secador, espejos, vasos, jabones de ducha que huelen a naranja que nos encantaron, pijamas, de todo. Hemos acabado muy muy contentos. Sin duda alguna si vuelvo a Kyoto, volvería a ese mismo hotel. El único inconveniente es que está en una zona no muy bonita, pero todo el encanto de la zona desde luego que se lo llevo el hotel. gracias por todo.