Como esperábamos, es un hotel muy agradable, es una zona con mucho movimiento comercial (bares, restaurantes, panaderías y demás tiendas).
En el hotel todo es algo estrecho, desde el ascensor hasta las escaleras y habitación, pero todo muy bonito, con colores alegres.
La habitación era pequeña, igual que el baño, que tenía el lavamanos fuera (al lado de la cama), pero no es algo aún relevante si vas a usarlo sólo para descansar. La cama es cómoda y la ducha bastante buena.
El personal nos resultó muy amable, nos ayudaron en todo lo que pedimos y se portaron bastante bien, haciéndose entender cuando no comprendíamos algo (no hablan castellano).
En definitiva, es un sitio agradable donde pasar unos días en Paris.