10/10
Lugar idílico, cerca del mar y al borde de un lago, con embarcaderos y tumbonas ideales para relajarse. Despertar escuchando el canto de los pájaros. Porche y jardín muy cuidados donde en primavera es muy agradable desayunar y cenar. Acogedor, limpio, bien decorado, cómodo y con personal atento y servicial. Próximo a Sabaudia, población moderna, aunque en entorno natural. La única pega es que el hotel es difícil de localizar si no es con ayuda de gps.