Nos encantó la zona donde se ubica, la habitación estaba hermosa y las camas muy cómodas, mucho espacio y la atención de Angela fue excepcional, estuvo en todo momento pendiente de que nos sintiéramos bien atendidos, y muy amable con nuestro hijo, le regaló una paletilla de dulce, que lo hizo muy feliz... la verdad cuando regresemos a Barcelona no dudaremos en hospedarnos en Casa Llimona.