La recepcionista muy amable y resuelta para darnos las informaciones que la pedimos.
Uno de los inconvenientes que vimos, es que no tiene ascensor, o al menos no lo vimos y tuvimos que subir las maletas al primer piso.
Respecto a la habitación, como comento mas abajo, nada mas abrir la puerta, el olor nauseabundo que desprendía toda la habitación, que dicho sea la verdad, me dieron ganas de pedir cambio de habitación, pero nos aguantamos.