El lugar es una casa muy linda, restaurada con una decoración impresionante la verdad es un gusto llegar y estar ahí. Su personal muy amable y siempre dispuesto a ayudar. Cosas a mejorar, cuesta mucho comunicarse con la recepción siempre tuve que bajar pues no siempre están en el lobby. El desayuno incluido es poco variado y bastante poca cantidad, hay una carta a parte pagada qué no es cara, pero qué sentido tiene tener una carta a parte en un hotel con esos precios, que debe ser uno de los más caros de la isla. No tienen chef y no hay restaurantes cerca. Por último no cambiaron las sábanas en las 3 noches, yo la manché con salsa comiendo y aún así no lo hicieron. Al parecer están en una especie de plan de ahorro, se nota por los aires acondicionados apagados y los pocos amenities que dan en la habitación, lo que no es malo, pero se supone que es un hotel de lujo y no lo sentí por estos detalles.