Para lo que es, cumple perfectamente con su cometido: no está en el mismo centro, en la zona no es que haya nada de interés para turistas (salvo el estadio del Arsenal, al que le guste, claro), pero está a tiro de piedra de una estación de metro que tiene dos líneas directas que te dejan en el centro en 15-20 minutos. La zona en sí, no será lo más bonito de ver de Londres, ni lo más glamouroso, pero es tranquila; el apartamento está en una calle con muchas tiendas de ropa, pero más bien del tipo de tiendas "de barrio" (no esperéis un Zara ni nada parecido). Hay muy cerca un Lidl y otro par de supermercados de cadenas locales, pubs, hamburgueserías y hasta un banco Santander: sólo hay que cruzar al otro lado de la estación, y seguir la calle. Sin embargo, en dirección contraria, no parece que haya gran cosa, aparte de algunas tiendas pequeñas de inmigrantes de Oriente Medio o Pakistán (tampoco fuimos muy lejos en esa dirección).
El apartamento en sí es pequeño, pero bien equipado (microondas, horno, frigorífico, lavadora con secadora...). Echamos en falta utensilios de limpieza: aunque, en caso de ser necesario, se puede contactar con la dirección y te lo limpian ellos. Un inconveniente es que no tiene ascensor y la escalera es empinada y estrecha (y te puede tocar un tercer piso), pero vamos, para lo que se trata, cumple de sobra.