El hotel está situado en un lugar excelente si quieres disfrutar del tipismo de Tánger porque está muy cerca de los lugares emblemáticos de la ciudad; Kasbah, Medina, Zoco, Gran Mezquita, etc.
El personal del hotel encantador y muy atentos a cualquier petición. Las habitaciones clásicas pero bien mantenidas, y los desayunos fantásticos.
Las instalaciones de piscinas, terrazas y jardines muy buenas.
Repetiremos la experiencia