Habitación amplia, con una terraza con vistas al mar, como habíamos reservado, limpia, con bonita y simple decoración y en zona tranquila. Desayuno algo corto y (por las normas de la pandemia, tienes que elegir un tipo de desayuno de los 4 que te ofrecen) con una persona sola atendiendo el comedor. Recepción: la joven que estaba en el turno de tarde-noche, excelente, muy comunicativa y agradable, resolutiva; la del turno de mañana, no tanto. En general, la estancia fue buena, salvo los dos últimos días que, a pesar de colocar el cartelito de "no molestar" en la puerta de la habitación, las empleadas de la limpieza entraron en las 2 habitaciones y las arreglaron, con todas nuestra cosas a la vista. Como estaba cargando el móvil tenía una de las tarjetas colocada y al salir se la llevó la joven de la limpieza, con lo cual la carga de los móviles se interrumpió... Nuestra mayor sorpresa fue que esa tarjeta de nuestra habitación la dejaron en la habitación de nuestra amiga!!!