El hotel está muy bien ubicado, a la orilla del río Zambezi, muy cerca de las catarátas. Él área social muy agradable, aunque no pudimos meternos a la alberca porque hacía un poco de frío. La habitación tenía visto al río y nos visitaba una familia de changuitos muy simpática. Lo único que no fue muy cómodo fue la bañera , era tina y no regadera y que había una gotera directo a la cama, afortunadamente solo llovió una noche.
Por lo demás, bien. La comida del restaurante excelente y la atención para los tours excelente, también, aunque nosotros hicimos los tours con otras compañías. Recomiendo el viaje en el helicóptero ( solo hay 2 compañías) 180 dólares, el Safari en elefante ( con la compañía Safari ) , los Rafting con la compañía Bundu, y claro , las Catartas y la Piscina del Diablo! Nos quedamos con las ganas de pasear con leones ( con la compañía Safari ) .