El Hotel es un pequeño edificio en el centro de Hamburgo, justo en frente de la estación, lo que lo hace muy conveniente para el traslado y llegada del aeropuerto.
Existe un parking al lado por si se llega en coche, es bastante estrecho y con un sistema complicado de pagos y demás. Intenta consultarlo en el hotel, por que si se paga de manera anticipada queda un precio mucho mejor.
El hotel presenta una muy pequeña recepción, es un hotel estrecho, y un handicap importante es que no cuenta con ascensor. Lo primero que te recibe es una gran escalera y a partir de ahí, puede que haya que subir más escaleras si no vas "sólo" al primero.
Las habitaciones, al igual que el resto del edificio, están perfectamente limpias y modernas. Son un tanto pequeñas, pero hacen su servicio si la estancia no va a ser muy prolongada.
El baño está muy limpio y es lo suficientemente amplio, ahora bien, la ducha no es convencional, con una sujeción a la pared muy baja del mango de la ducha, y una forma como en "L" parece que está indicado para engancharlo en el hombro ¿?
La mampara no tiene puerta, por lo que se sale mucho el agua.
Las amenities que ofrecen son muy justittas, limitándose a jabón y poco más.
Las camas son muy cómodas así como las almohadas, diría también que están muy nuevas.
Climatización muy correcta y silenciosa, y una distribución de enchufes que más o menos cumplen su función, aunque se echa de menos alguno más en el entorno de la cama para cargar los dispositivos.