El mejor hotel que puedes reservar!!! Nada más llegar nos recibió Harry (el dueño), con una sonrisa de oreja a oreja y ofreciéndonos una cerveza fría que vino de maravilla con el calor que hace en Camboya, y así continuó toda la tarde y los días siguientes, donde Harry se encargaba de presentar a todos los huéspedes que llegaban, formando una pequeña comunidad transitoria en su hotel. Un ambiente relajado y familiar se respira en todo el lugar, Harry está atento a todo y el resto de empleados son geniales también, como Kuntkae quien también estuvo para recibirnos y despedirnos. Al ser un hotel pequeño, de unas 10 habitaciones, es muy fácil relacionarse con los empleados y con todos los huéspedes, y la piscina que se encuentra en el centro de todas ellas, se convierte en el lugar de encuentro perfecto para relajarse, refrescarse y charlar con el resto.