Hay pocos hoteles en Katsura pero este tenia, como bien indica su nombre, su encanto y pagué un poco más para alojarme. La estructura del hotel es curiosa: la recepción y "comedor" se encuentra separado de la zona de habitaciones. Me pareció divertido acceder a la habitación con llave y no con las actuales tarjetas electrónicas. El staff es muy amable, me recibió un chico joven con un inglés más o menos aceptable y me explicó todas las opciones de turismo de la zona (básicamente la zona de Nachi Falls). Cuando volví y por la mañana había una mujer mayor, también muy amable, que, con su sonrisa y atención, suplía sin problemas el no hablar inglés. El desayuno no es buffet pero muy completo y sabroso.
Las habitaciones son increiblemente grandes en relación con los que te encuentras en Japón. En este viaje de un mes fue, con diferencia, el de mayor tamaño. Las noches eran muy tranquilas y silenciosas. Me sorprendió la pantalla en vertical para poner imagenes relajantes. Es verdad que el acceso a la zona de habitaciones al hotel no estaba muy controlado pero no importaba ya que este pueblo costero era muy tranquilo. No os asustéis al ver la puerta de la habitación abierta después del check in, no hay nadie dentro.
Recomiendo encarecidamente este hotel, se tiene que pagar un poco más respecto a las demás opciones, pero creo que vale realmente la pena. Esta muy bien ubicado muy cerca de la estación.