Lo mejor del hotel es su ubicación, muy cerca de la estación central de Tokyo y también de una parada de metro a tres minutos. Y buena zona con mucha oferta gastronómica. Nos alojamos en la habitación de estilo japonés, y carecia de vistas, nuestra ventana estaba como a un metro y medio de otro edificio. El personal es amable. Cambiaban las toallas todos los días, hacian las camas y vaciaban las papeleras, pero no limpiaban la habitación. Para el desayuno dan opción de desayunar allí o tickets de descuento para desayunar en locales cercanos. Optamos por desayunar allí por no perder tiempo, pero no hay variedad. Por otro lado tienen bebidas y algún snack a disposición de los clientes durante el horario de día, cosa que es de agradecer. Nuestra valoración global calidad precio, nos ha parecido caro, que unicamente se compensa por la ubicación que tiene.