Estancia agradable. Habitación limpia, con ropa de baño y cama nueva. Cambio frecuente de toallas, no así de sábanas. Trato amable y familiar. No existen zonas comunes, realmente es como una pensión en un segundo piso, aunque más agradable. Comedor minúsculo, máximo diez personas, aunque el desayuno correcto, sin lujos pero con variedad y cantidad suficiente. Muy recomendable para personas que están poco tiempo en el hotel. Respecto a la ubicación, está relativamente cerca del centro, pero en una zona tranquila, muy adecuada para un buen descanso. ¡Abstenerse de usar el ascensor (montacargas) el que sufre un mínimo de claustrofobia! (son solo dos plantas)
En resumen, modesto pero recomendable.